Cuando escuché por primera vez hablar del ayuno pensé… ¡¡Qué barbaridad!!, ¿no saben que hay que hacer 5 comidas al día?
Yo las hacía, pero la verdad es que también me pasaba la vida de dieta en dieta…,
Tiempo más tarde, cuando ya había empezado a preocuparme más por mi salud que por la figura, es cuando por diferentes vías, el ayuno volvió a aparecer en mi radar y despertó mi curiosidad, sobre todo el Ayuno Intermitente. Así que, pese a ser un poco reticente, decidí estudiar e investigar,… y seguir investigando.
En ese proceso descubrí su fundamento; no se trata de una moda o algo nuevo aunque Jennifer Aniston, Elsa Pataky, Hugh Jackman, Mario Vargas Llosa y muchas otras celebs se confiesen sus seguidores, sino que viene de muy, muy antiguo y es de lo más natural.
Aprendí que su práctica proporciona 7 importantes beneficios físicos, mentales y emocionales; que hay diferentes tipos que pueden adaptarse a tus necesidades y ritmo de vida en cada momento y, sobre todo, que practicarlo, ya sea ayuno intermitente o de otro tipo, no es lo mismo que dejar de comer.
Me resultó tan atractivo e interesante que decidí probarlo.
¡Te cuento lo que descubrí!…

Moda
Es posible, quizá se trate de una de las modas más persistentes de la historia de la humanidad.
Un tal Hipócrates de Cos que es considerado por muchos el padre de la medicina moderna, en el siglo V antes de Cristo lo prescribía para el tratamiento y prevención de enfermedades. Grandes influencers de la época como Sócrates, su alumno Platón y el discípulo de éste que respondía al nombre de Aristóteles, lo practicaban de manera regular.
Ya más cerca de nosotros, en la Roma imperial del Siglo II el famoso médico, Galeno de Pérgamo, también lo prescribía a sus pacientes, entre los que se encontraban un gran número de gladiadores y el Emperador Marco Aurelio. Vamos, la jet set del momento.
Desde entonces el ayuno ha convivido con todas las culturas y religiones hasta nuestros días, forma parte de la cultura judía (Yom Kippur), de la islámica (Sawm), de la cristiana, del ayurveda y de muchas otras.
Natural, natural
Los animales y los niños, por instinto, dejan de comer cuando están enfermos.
¿Y qué nos pasa a los adultos cuando estamos preocupados, tenemos una gripe o después de una operación?… Efectivamente, se nos quita el hambre.
Nuestro cuerpo nos está diciendo que necesita depuración y limpieza, que quiere concentrarse en despertar sus capacidades de autocuración y auto regeneración.
El Dr. Karmelo Bizcarra, experto en el estudio y práctica del ayuno en el Centro de Salud Vital Zuhaizpe desde hace más de 30 años, afirma que el ayuno es la mejor manera de darle un descanso general y completo al organismo. Además de ser la forma en que el cuerpo elimina las sustancias de deshecho acumuladas.
¡Simple eficiencia energética!
No se utiliza energía para digerir alimentos, y esa energía es invertida en el proceso de limpieza, regeneración y autocuración.
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7 Beneficios del ayuno intermitente
La práctica del ayuno (en cualquiera de sus versiones) produce al menos 7 efectos positivos y sorprendentes en nosotros.
Empezamos por el quizá más obvio…

1. Pérdida de peso
Cuando renuncias a alimentos externos, tu cuerpo moviliza sus reservas de grasa. Por tanto, ayunando te beneficiarás de una pérdida de peso y grasa importante, reduciendo además el perímetro abdominal y bajando los valores de colesterol y lípidos en sangre.
Lo que nos lleva al siguiente efecto…
2. Mejor Salud
Según un estudio con 1.422 pacientesde la famosa Clinica Buchinger, donde llevan 100 años practicando el ayuno terapéutico, en el 84% de los casos, el ayuno contribuyó a aliviar problemas de salud como artritis, diabetes tipo 2, hígado graso, hipercolesterolemia, hipertensión y estados de agotamiento y depresivos.
3. Desintoxicación profunda del organismo
Cuando ayunamos, no gastamos energía en el proceso de digestión. Por tanto, esa energía se emplea en los procesos de depuración en los que eliminaremos células dañadas, restos celulares, micro-tumoraciones, tejidos enfermos, químicos del ambiente absorbidos por nuestro cuerpo, pesticidas o proteínas alteradas.
Y esto no lo digo yo… En 2016 el científico japonés Yoshinori Ohsumi, ganó el Nobel de Medicina por su investigación sobre los mecanismos de autofagia, la cual es impulsada con el ayuno.
Gracias a este proceso, las células regeneran sus componentes dañados, creando nuevos orgánulos celulares en condiciones óptimas, reduciendo así la probabilidad de contraer ciertas enfermedades como la diabetes tipo 2 o tumores, además de incrementar la esperanza de vida.
4. Rejuvenecimiento celular
El estudio llevado a cabo por Ömer Yilmaz en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) muestra como beneficios del ayuno, la regeneración de las células madre del intestino. Fundamental para ayudarnos a combatir infecciones o tumores.
5. Mejora de las digestiones y la salud intestinal.
El ayuno da “vacaciones” a nuestro sistema digestivo, provocando que éste se limpie de suciedad acumulada de meses e incluso años.
6. Claridad, quietud y salud mental
El trabajo digestivo por sí solo absorbe el 20% de nuestra energía, por eso es habitual sentir sueño y falta de energía después de comer, está demostrado que el estado de la mente se vuelve “torpón”.
Mark Mattson, jefe del laboratorio de neurociencia en el Instituto Nacional del Envejecimiento de la Universidad John Hopkins (USA), es uno de los principales investigadores en el campo de los mecanismos celulares y moleculares.
Él considera claros y acreditados los beneficios del ayuno para nuestra salud mental, previniendo y ralentizando los efectos del Alzheimer, el Parkinson y otras afecciones neurodegenerativas.
De aquí que expresiones como “el hambre agudiza el ingenio” o “las decisiones importantes se deben tomar con el estómago vacío”, de la tan española sabiduría popular no estén exentas de fundamentación.
Dependiendo de lo que hayamos comido, nuestro cuerpo acaba de digerir y metabolizar lo que le hemos dado entre 10 y 16 horas, tras ese periodo empieza el periodo natural de ayuno. Es aquí cuando nuestro cuerpo empieza a liberar hormonas como la testosterona, el cortisol y otros bioquímicos que hacen que el cuerpo empiece a quemar sus reservas; por tanto, en periodos sin ingesta de comida, gastaremos reservas para obtener la energía necesaria para vivir.
Está comprobado que esta situación aumenta la producción de adrenalina, que entre otras cosas nos pone en estado de alerta, ayudando a la concentración.
7. Mejora la resistencia a la insulina
Según confirman diversos estudios, el ayuno resulta efectivo para diabéticos tipo 2 y pacientes con síndrome metabólico (siempre controlado por un médico).
¿Qué es y cómo practicar el ayuno Intermitente?

El ayuno intermitente consiste simplemente en alargar el período de depuración fisiológica que tiene lugar mientras duermes. Es decir, que solo has de saltarte la cena de ese día o el desayuno del día siguiente. 😊
La esencia del ayuno intermitente está en dividir el día en dos periodos, uno de ayuno, y otro en el que se puede comer.
Para muestra, un botón…
Uno de los ayunos intermitentes más famosos, el ayuno 16/8, se llama así porque divide esos dos periodos en uno de 16 horas de ayuno y otro de 8 horas en las que se puede comer (hay otros ayunos intermitentes como el 12/12, 20/4 o el 24/24). La única diferencia son las horas de ayuno: 12, 16 o 24.
Siguiendo con nuestro ejemplo del ayuno 16/8, imagina que has cenado a las 9 de la noche, te saltas el desayuno del día siguiente, y almuerzas a las 13 horas:
Tu periodo de ayuno iría desde las 9 de la noche hasta las 13 horas del día siguiente (16 horas de ayuno).
Luego harías tu comida normal, y por la tarde meriendas si te apetece y deberías acabar de cenar no más tarde de las 9 de la noche.
De este modo has estado 8 horas comiendo con normalidad y 16 ayunando.
Según mi experiencia, este ayuno intermitente es el más sencillo de realizar, ya que si haces coincidir una parte importante de las horas de ayuno con las del sueño.
La mayoría de los días ¡lo harás sin darte cuenta! 😊
Puedes seguirlo una semana completa, días alternos o cuando tu cuerpo te lo pida.
Según una investigación publicada en The New England Journal of Medicine, liderada por el neurocientífico del que ya hablamos antes, Mark Mattson, tras haber estudiado el ayuno intermitente durante 25 años, concluye que:
“Los efectos del ayuno intermitente podrían ser similares a los del ejercicio físico regular”
Existen otros tipos de ayuno, como el intermedio o el largo, la diferencia es la duración del periodo de ayuno, y los días de duración, además de otros protocolos específicos que deben seguirse.
Si te interesan los demás tipos de ayuno, házmelo saber con tus comentarios y publicaré un post contándote.
Fundamental!! Dejar de comer NO es ayuno.
El ayuno es un proceso de autocuidado, es decir, se trata de darnos cariño y bienestar, no sufrimiento o estrés.
Igualmente, es importante aclarar que hay situaciones en las que el ayuno puede estar desaconsejado o contraindicado:
En embarazadas, personas con desórdenes alimenticios, personas bajo medicación agresiva, pacientes con diabetes, miopatía, cáncer o anemia severa.
Ante estas circunstancias o ante cualquier otra que te suscite dudas sobre si puede beneficiarte o perjudicarte, consulta a tu médico. En la mayoría de los casos podrás ayunar, pero controlado de cerca por tu médico.
Claves para un ayuno intermitente sano

Que el ayuno se ha convertido en tendencia no hay duda, pero en ocasiones no tenemos claro cómo hacerlo o en qué momento, o encontramos informaciones contradictorias.
Te cuento los detalles:
Qué SÍ y qué NO tomar
Durante el ayuno no comeremos nada sólido, y únicamente beberemos agua, infusiones, leche vegetal o algún caldo de verduras en cantidades suficientes para no sentirnos deshidratados.
Mi recomendación es no tomar café ni té
Normalmente nadie pone objeciones al café o té, pero al consumirlos con el estómago vacío, puede afectar al sistema digestivo ya que se acelera la producción de ácido en el estómago, lo que puede provocar problemas a largo plazo. Si ayunas de forma puntual, adelante, pero siempre observándote.
Efectos secundarios del ayuno intermitente
Estos normalmente se pueden producir en los ayunos más prolongados, pero también pueden darse en el intermitente y debes conocerlos para poder identificarlos.
– Puede aparecer hambre, boca seca, lengua blanca, sudoración con olor fuerte, orina con olor fuerte, halitosis, dolor de cabeza o debilidad.
– No deben preocuparte si aparecen, solo son señales de que el cuerpo se está desintoxicando.
El mejor momento
Es recomendable practicarlo periódicamente, para dejar que organismo que se renueve y quede limpito por dentro. Pero una clara señal de que lo necesitas es si notas tus digestiones pesadas, dolores de cabeza, mal aliento o lengua blanca, gases, eccemas, acné o celulitis.
Como Resumen
El ayuno es una de las mejores técnicas de curación física, emocional, mental y espiritual que existe, ya que nos permite hacer una puesta a punto completa de nuestro cuerpo y mente.
Como todo en la vida debe hacerse con prudencia y sentido común, consultado a tu médico ante la más mínima duda.
Te recomiendo que pruebes y veas lo genial que te sientes, estoy segura de que te encantará.
Si te animas, me encantaría que me contaras cómo te va, o si tienes cualquier duda. 😊
Fuentes:
- Bizkarra K. El poder curativo del ayuno. Recuperando un camino olvidado hacia la salud. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2007.
- Bizkarra K. El arte de Saber alimentarse.
- Saz-Peiró P, Alonso Sánchez MF, Saz-Tejero S. La restricción calórica y el ayuno en la prevención y tratamiento del cáncer. Medicina Naturista, 6, 2 (2012), pp. 22-32.